La paciente diagnosticada es una mujer de 35 años de edad, sin antecedentes de vacunación conocidos, que viajó a Europa en las últimas cuatro semanas y que reingresó a nuestro país con síntomas compatibles con el sarampión.
Como en Argentina no se registra circulación viral de sarampión autóctona desde hace doce años, la aparición de un solo caso se considera brote. En tal sentido, las autoridades sanitarias ya han efectuado las acciones para controlar el foco y se han remitido muestras para confirmación en el laboratorio de referencia de la jurisdicción.
La funcionaria Carla Vizzotti aseguró que en los últimos años "hemos detectado a tiempo todos los casos de viajeros que volvieron al país con sarampión, como aquellas personas que viajaron al Mundial de fútbol de Sudáfrica y otros pacientes que vinieron de Europa". Asimismo, remarcó la importancia de que tanto niños como adultos se vacunen contra el sarampión y la rubéola, como principal método para impedir el reingreso de esta enfermedad al país.
Las medidas de control se centran en la notificación obligatoria a las autoridades de salud, el aislamiento de adultos y niños –los chicos no deben concurrir a la escuela hasta una semana después de que aparezcan las manchas en la piel- y, en los hospitales deberá ser estricto el aislamiento respiratorio.
El sarampión: qué es y cómo puede prevenirse. Quiénes deben vacunarse.
Es una enfermedad viral aguda, potencialmente grave, transmisible y extremadamente contagiosa. Las principales manifestaciones clínicas son fiebre, erupciones cutáneas (exantemas y enantemas), coriza (inflamación de la mucosa de la nariz ), conjuntivitis, tos, entre otras. La erupción generalizada, suele comenzar en la cara, desciende al tronco y por último a los miembros. Luego, de cinco a siete días se observa una descamación. Las complicaciones pueden ser por el mismo virus o por una sobreinfección bacteriana, e incluyen diarrea, otitis media, neumonía (es la complicación o causa más común de muerte por sarampión) y meningoencefalitis.
Se transmite fundamentalmente de persona a persona, por diseminación de gotitas de saliva a través del aire. El período de incubación dura unos diez días y varía de siete a dieciocho días desde la exposición hasta el comienzo de la fiebre y unos catorce días hasta que aparece la erupción.
El sarampión constituye un riesgo para todas las personas que no han padecido la enfermedad o que no han sido inmunizadas. No hay un tratamiento específico para esta enfermedad. Las medidas preventivas se basan fundamentalmente en la vacunación oportuna de la población susceptible.
La vacunación antisarampionosa está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación en la vacuna Triple Viral que se aplica a niños en una primera dosis al año de edad y luego en una segunda dosis, en el momento del ingreso escolar a los 6 años.
Fuente: http://www.msal.gov.ar
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